Aleta continúa con la lujosa publicación de su serie de más éxito, Invencible, que continúa mostrándonos sus mejores bazas en un pulso narrativo que pocas series son capaces de igualar. En estos doce números (36 al 47) podemos ver de todo, desde muertes dramáticas a otras ridículas, desde resurrecciones a mutilaciones cruentas, todo ello aderezado con acción a raudales y conflictos sentimentales de esos que llevabais esperando tres volúmenes de Invencible Ultimate, etc.
Me encanta esta nueva edición, gracias a ella vuelvo a disfrutar de los primeros pasos de Mark, tanto como superhéroe como en su faceta de adolescente. Kirkman lo hizo tan bien que leer estos números es como leer los primeros números de Spider-Man, se palpa la magia. Y es increíble ver cómo, poco a poco, se despliega la trama e Invencible se va viendo obligado a descubrir sus límites y viendo que, por fuerte que pareciese su enfrentamiento con Omniman, lo que le depara el futuro es escalofriante… aunque también hay espacio para la esperanza… pero eso será en el quinto tomo, jejeje.