No hay final feliz

Hace unos cuantos años una importante editorial de tebeos española cesó su actividad sin dar muchas explicaciones a sus lectores. No llegué a entender por qué… ¡y resulta que ahora soy yo el que ha hecho lo mismo!

He tenido mis propias razones: primero por no airear cómo se me ha tratado desde el otro lado del charco (airear negociaciones en público no es de recibo, y menos con situaciones como la que os cuento más abajo) y después por no tener fuerzas para… escribir lo que os escribo aquí. He necesitado desaparecer del mapa y no he sido capaz de contestar a todos los que me preguntabais por email o por las RRSS.

Empecé a publicar INVENCIBLE en 2004, cuando nadie conocía ni a Robert Kirkman ni a Aleta. Tengo mucho éxito en las mesas redondas en las que cuento que también tenía apalabrado la publicación de THE WALKING DEAD, pero cuando les recordé que todavía no habíamos firmado el contrato me dijeron que se lo habían vendido a Planeta sin decirme nada. “Qué le vamos a hacer, pensé” (años después me lo volvieron a hacer con WOLF-MAN).

Cada vez que tocaba renovar el contrato de Invencible (es lo que tienen las series largas), surgían problemas como los de renegociar la cantidad del avance de los derechos (cosa que aceptaba porque vendía una cantidad aceptable) hasta la negativa de hacerlo. Sí, aunque suene raro, se negaron a renovarme el contrato de Invencible.

Pero no una ni dos veces. Han sido tres en total.

La primera tenía más que ver con la reorganización que Kirkman estaba haciendo de su compañía y propiedades. La segunda fue más grave, pensé de verdad que no conseguiría darle la vuelta al asunto y que dejaría la serie a medias. El problema es que entre negociaciones y negociaciones estuve más de un año sin poder publicar Invencible. ¿Os suena?

Sí, hace dos años volvió a pasar. Y esta vez el golpe fue demasiado duro (o yo estaba demasiado flojo, que viene a ser lo mismo).

Lo habéis entendido bien: estos dos años en los que no se ha publicado Invencible ha sido porque NO ME HAN DEJADO. Me habría ahorrado mucho si os lo hubiera contado antes, pero creo que nunca perdí la esperanza de conseguir, una vez más, que me dejaran renovar y acabar la serie.

El problema era peor: tenía contrato hasta junio del 2020, y un volumen pagado (el número 24) pero no me dejaban publicar los siguientes. ¿Qué tenía que hacer yo, publicar “Invencible vol. 24: ¿Reinicio” sabiendo que no iba a poder publicar los siguientes? Me negué en redondo, hasta que… ¡albricias! En septiembre de 2019, después de año y medio con negativas, cambiaban de opinión y me dejaban publicar Invencible hasta el final. El problema era una condición… una ENORME condición. Tenía que publicar todo lo que faltaba antes de junio del 2020, no me ampliaban el contrato aunque me habían tenido parado año y medio. ¡Era imposible!

En octubre de 2019 acepté y anuncié el retorno de Invencible, meti la pata hasta el fondo. Ni la distribuidora veía viable publicar todo en tan poco tiempo ni yo mismo tenía todo el dinero que necesitaba para pagar todos los avances de golpe, pero lo conseguiría con las ventas del anterior. Después de tanto tiempo con la editorial parada no fue fácil y el nuevo Invencible salió publicado con más de un mes de retraso… iba a tener que publicar los tres volúmenes que faltaban entre marzo y junio de 2020… ¡y el mundo se paró por la alarma sanitaria!

Tampoco esta ha sido buena razón para que me ampliaran el contrato de Invencible, claro.

Me ha costado mucho escribir todo esto, espero no haberlo resumido demasiado. A ver si consigo volver a las redes sociales y contestar vuestras dudas, pero voy a intentar adelantarme a varias preguntas de antemano:

  • Esto es un negocio, y si alguien cree que Invencible tiene que ser publicado por una editorial más grande y mejor que Aleta, está en su derecho. Lo podrían haber hecho de otra manera, sí, pero es lo que hay.
  • Me es imposible continuar con Aleta ahora mismo, tanto anímica como económicamente. Lo siento mucho por lo que os quedáis a medias con series de Aleta, seguro que acaban viendo la luz en España de una manera u otra.
  • Muchos tebeos de Aleta siguen en catálogo y disponibles… ¡a por ellos!
  • Estoy bien trabajando de packager para otras editoriales, gracias por preguntar. Me encanta dedicarme a “dar vida” a nuevos tebeos o las versiones españolas de otros y me ayuda a pagar todas las deudas que tengo (que son muchas).

Acabo este texto volviendo a pedir perdón por no haber sabido hacerlo mejor. Pelearse en un mercado como el español y con magníficas empresas editoriales al lado ha sido mucho más duro de lo que parecía.

Aunque casi no lo cuento, no tengo más que buenos recuerdos y MUCH@S amig@s que he ido conociendo en estos casi 25 años de actividad editorial. ¡Un abrazo virtual a tod@s!