‘Codeflesh’ sigue la historia de Cameron, un agente de fianzas, ex cazarrecompensas, tiene problemas de pareja, nada fuera de lo común, si no fuera porque es un enmascarado al que le “pone” pelear con personas superpoderosas. Una genial vuelta de tuerca al género superheróico de la mano de Joe Casey, que arrastró con este ‘Code Flesh’ a Charlie Adlard al mundo del freelance y del cómic independiente. Antes de ‘Los Muertos Vivientes’, dibujo esta serie en la que los superpoderosos no llevan colorines, porque la basura de Los Angeles lo mancha todo.
Aleta trae el tomo que reunía todo el material que Casey y Adlard crearon para dos publicaciones a principio de siglo. En entregas cortas se contaba la historia de un cazarrecompensas que se especializaba en criminales con poderes. Un cómic desconocido por esta piel de toro, pero que definitivamente supone un cambio bastante grande respecto a lo que se veía en ese tiempo. Lo más cercano que veo, podría ser el ‘Powers’ de Bendis y Oeming o algunos cómics independientes de los últimos años.