Una moderna, inteligente y seria vuelta de tuerca al género de superhéroes

Deathmatch Aleta EdicionesLa de Deathmatch era una historia con bastantes riesgos. Su arranque invitaba a reconocer de inmediato y como si fueran los héroes de siempre a unos personajes a los que el lector nunca había visto. Ese riesgo lo esquivaron con mucho mérito Paul Jenkins y Carlos Magno, autores de la serie. Después, una vez se estableció el escenario de una pelea entre todos ellos en un torneo de combates individuales orquestado por un supervillano desconocido y sin que decayera la acción, el misterio debía tomar casi todo el protagonismo. ¿Quién era ese villano? ¿Cómo podrían los héroes escapar de esta trampa mortal? En eso los autores también tuvieron éxito. Ahora, para el final de la serie, este tercer número, el objetivo era dar una resolución satisfactoria a todo lo que se había planteado con anterioridad.

Y eso no sólo se logra de una manera notable sino que sirve para confirmar que Deathmatch es una serie espléndida, una moderna, inteligente y seria vuelta de tuerca al género de superhéroes, ese que tanto se pregona a veces que está agotado por muchas evidencias de lo contrario que se lleguen a ver. Jenkins, un escritor muy inteligente, da al trazo espectacular de Magno todas las armas para que la historia siga siendo tan fascinante en su resolución como lo fue en sus primeras páginas. Aquellas enganchaban, y ahora llega la satisfacción de haberse enganchado.