No importa el medio que quiera retratarlo, utilizar al personaje de Drácula abre siempre una carrera por la originalidad. La adaptación más o menos fiel de la novela de Bram Stoker es algo agotado (y, aún así, se recurre a ello cada cierto tiempo) y cuando el vampiro más conocido de la cultura popular está de por medio siempre llega cargado de novedades, guiños o enfoques diferentes.
El del guionista Jason Henderson cumple con esa premisa y Espada de Drácula es una actualización notable en algunos aspectos, sin duda imaginativa porque expande los poderes del personaje con respecto a lo que se conoce sobre él y le coloca en un mundo actual, tecnológico y en un entorno prácticamente bélico, por parte de las fuerzas militares que quieren darle caza y al mismo tiempo por parte de los seres igualmente sobrenaturales que quieren disputar el poder a Drácula. Henderson, que cuenta con tres dibujantes diferentes para contar su historia, ancla con acierto su propuesta en los mitos vampíricos más populares pero sin detenerse en ellos, lo que hace que la historia tenga ritmo y encuentre la tan buscada originalidad.