Bienvenidos al maravilloso y medieval mundo de perversiones lujuriosas que se han montado Álvaro Muñoz y Juan Espadas. Astaroth y Bernadette son un pequeño demonio que no hace más que buscar problemas de índole sexual a una joven que es, en realidad, la única persona que puede verlo. Y la historia acontece en un entorno medieval que hace aún más interesante la relación entre semejante criatura y una muchacha tan atractiva físicamente y que, a ojos de su padre, no hace más que avergonzarle con su lascivo comportamiento. Lo que Muñoz y Espadas montan, bajo sus respectivos pseudónimos de CoaX y Ensis, es una historia tan juguetona como salvaje, pronográficamente completa y fantásticamente divertida.
Como suele suceder en cualquier género, y el porno no tiene por qué ser una excepción ni estar marcado por un estigma especial, la aceptación de las reglas es la premisa básica para el disfrute de una historia, y en este caso eso pasa por comprender que Astaroth es un demonio que gana poder por cada travesura sexual a la que somete a Bernadette. Por eso su empeño. Y como el mundo en el que acontece el relato es sexualmente desatado y algo perverso, lo políticamente incorrecto es la norma. Ahí está la clave.