Han pasado casi dos mil años desde que el mundo se fue al garete, a causa de una tragedia que devolvió a la humanidad a la casilla de salida. El nuevo mundo, surgido de las cenizas del anterior, es muy distinto a como lo conocíamos; todo está por descubrir, por explorar, por recorrer, y solo unas pocas personas se atreven a adentrarse en sus ignotos y a menudo peligrosos parajes. Entre ellos se cuentan los Cartógrafos, individuos especiales que nacen con una fortaleza fuera de lo común, una brújula incorporada en su mano derecha para guiarse hacia lo desconocido y, lo más importante, una curiosidad insaciable que los impulsa a recorrer el mundo.
Rocketo Garrison es uno de ellos, perteneciente a un largo linaje de Cartógrafos. En sus viajes, que se recogen en esta obra de Frank Espinosa, le acompaña una singular tripulación formada, entre otros, por Spiro Torniquete, hombre-perro de fuerte carácter y gran ambición; Epiku, el entrañable gigante de rostro adusto; y Boaz, el enigmático hombre silencioso que a pesar de su inquietante aspecto parece tener buen fondo, un personaje del que hay ganas de seguir descubriendo más cosas. Juntos se embarcan en una serie de aventuras que Spiro, ya anciano, nos cuenta a modo de flashback al inicio de este volumen. En esta ocasión, nos habla de su incursión en el Mar Oculto, motivo de leyendas para los habitantes del nuevo mundo, y lugar donde a lo largo de los años han desaparecido sin dejar rastro numerosos Cartógrafos.