Vamos a remontarnos en el tiempo: años 90, el cómic sufre un repunte muy significativo a nivel global, hasta el punto de que los artistas más reconocidos fundan sus estudios, siendo éstos el punto de encuentro de multitud de artistas de estilos similares que unen sus talentos para sacar obras que sean publicables dentro del mercado editorial.
Uno de ellos resulta ser el Gaijin Studios, de 1991 al 2010, en Atlanta. Allí se agruparon artistas de la talla de Adam Hughes (Wonder Woman, Star Rangers, Nexus…), Tony Harris (Starman, Ex Machina…), Joe Phillips (Aliens: Colonial Marines)… Y el mismo Jason Pearson, el nombre que nos ocupa en esta reseña.
En esa segunda época dorada, en esos estudios llenos de talento, los autores tenían una cierta libertad para preparar sus proyectos. Jason Pearson (Legion de superhéroes, Global Frequency…) saca, entre otras genialidades, “Body Bags”: un cómic rompedor de contenido muy “políticamente incorrecto”.